El proceso de tintado de lunas comienza con una revisión del vehículo para asegurarnos de que los cristales estén en buen estado. Luego, el cliente elige el nivel de oscurecimiento según sus preferencias y necesidades (privacidad, protección solar, estética).
Las lunas se limpian a fondo para evitar cualquier impureza. Se cortan las láminas a medida y se aplican con técnica húmeda para garantizar un ajuste perfecto y sin burbujas. Una vez instaladas, se revisan todos los bordes y se deja secar correctamente.
El vehículo se entrega con certificado de homologación para ITV y garantía de instalación. Una mejora visible, funcional y duradera.

